La Boccia, de origen italiano y
aceptado como deporte paralímpico desde Nueva York 1984, es un juego de
compleja combinación de táctica y habilidad. Se practica de forma individual,
por parejas o equipos que pueden ser mixtos, sobre una pista rectangular en la
que los jugadores tratan de lanzar sus bolas lo más cerca posible de la pelota
blanca que sirve de objetivo, al mismo tiempo que intentan alejar las bolas de
sus rivales.
Cada jugador, pareja o equipo
dispone de seis bolas en cada manga y consigue la victoria aquel cuya bola
acabe más cerca de la blanca. Además, recibirá un punto extra por cada bola
adicional que haya conseguido acercar a la blanca por delante de la primera del
contrario. Las competiciones individuales y por parejas se componen de cuatro
mangas, mientras que las de equipos se componen de seis.
El deporte de la Boccia lo
practican personas en silla de ruedas que tienen parálisis cerebral o discapacidad
física grave, y que se colocan en uno de los extremos de la pista, desde donde
lanzan las bolas.
Los jugadores compiten por clases de discapacidad: la BC1 corresponde a deportistas que
lanzan con manos o pies y precisan ayuda de un asistente; los de la BC2 son aquéllos que pueden lanzar sin
ayuda; la BC3 precisa asistencia y
realiza los lanzamientos a través de una canaleta; todos ellos tienen parálisis
cerebral. La categoría BC4 engloba a
los deportistas con discapacidad física severa.
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